Actualmente, todos los sectores laborales son sumamente propensos a cambios repentinos, y la fuerza laboral de cada organización debe estar preparada para adaptarse a las nuevas condiciones. En este sentido, los colaboradores deben tener una participación dinámica en su proceso de aprendizaje, para convertirse en miembros proactivos que aporten nuevas ideas y mejoras a la organización.
Contar con un equipo de trabajo debidamente capacitado puede traer grandes beneficios a una organización, tales como:
Reducir tiempos y supervisión de tareas
Capacidad de solución de problemas
Equipos de trabajo de alto desempeño
Mayor especialización de los colaboradores
Incremento de la productividad y desempeño de las áreas
En un mundo saturado de información como el que vivimos hoy en día, el aprendizaje debe ser la adquisición constante y permanente de conocimientos, habilidades y aptitudes que fomenten el crecimiento del individuo, tanto en lo profesional como en lo personal y social. El enfoque del aprendizaje se ha trasladado de el qué y cómo enseñar, al qué y cómo aprender.
Una de las tendencias en aprendizaje y capacitación es el Aprendizaje Experiencial, que consiste en dar sentido a las experiencias y poner en práctica las conclusiones obtenidas en el proceso, permitiendo al colaborador tener un rol más activo en su aprendizaje.
El Aprendizaje Experiencial ocurre en un ciclo que consta de 4 fases:
Experiencia concreta: El colaborador es involucrado en una experiencia concreta (dinámica, demostración, estudio de caso, etc.)
Observación reflexiva: Cada colaborador revisa la experiencia desde distintos ángulos, identificando qué observa, qué conclusiones puede obtener, etc.
Conceptualización abstracta: El colaborador desarrolla teorías y observa patrones, respondiendo preguntas como: ¿Cómo explicas lo que observaste? ¿Qué significa para ti? ¿Cómo es significativo? ¿Qué conclusiones puedes sacar? ¿Qué principios generales pueden derivar?
Experimentación activa: El colaborador sugiere cómo aplicar los principios aprendidos en tareas específicas relacionadas con su puesto de trabajo.
Al aprender utilizando herramientas como casos de estudio y simulaciones, los colaboradores aprenden en un entorno seguro, donde es posible experimentar, cometer errores y prepararse para enfrentar una situación real. A diferencia de lo que ocurre en la capacitación tradicional (aquella donde la teoría se aplica a una simulación), en un ejercicio realista, es la teoría adquirida la que se emplea en un contexto real.
Dentro del aprendizaje experiencial, estos aspectos se desarrollan paso a paso y luego se integran gradualmente en el nuevo comportamiento de los empleados. Este método de aprendizaje permite que los colaboradores de una organización adquieran no solamente conocimientos técnicos, sino que desarrollen soft skills más valoradas por el mercado laboral actual, tales como la capacidad de trabajar en equipo, capacidad de análisis crítico, capacidad de priorizar tareas bajo distintos criterios, habilidad para emplear herramientas y metodologías ágiles en sus tareas cotidianas, etc.
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