Hoy en día los profesionales en TI están siempre en equilibrio con su lugar de trabajo, ya que por un lado fomentan y cultivan habilidades en herramientas, tecnologías y plataformas que les permiten hacer su trabajo; por otro lado, necesitan comunicarse con los demás, de manera verbal y por escrito, acerca de lo que quieren lograr. Tienen que ser capaces de presentar sus ideas de la mejor manera para lograr obtener una inversión en su visión, deben organizar sus asignaciones de trabajo, intercambiar prioridades, entender o trabajar con presupuestos y ver sus habilidades y capacidades para lograr lo que la organización pretende.
Todas estas capacidades y habilidades generales son parte de cualquier trabajo en cualquier sector. Así, a pesar de que no entran estrictamente en el sector de las TI, son igualmente importantes. Las áreas de actividad profesional, tales como la comunicación, organización, presentación y gestión, se denominan soft skills porque les falta el enfoque técnico para ser completamente expertos, como lo son el almacenamiento, la seguridad cibernética o cloud computing.
Entre las habilidades que puedes adquirir son:
Comunicarse de manera clara y efectiva con tus compañeros tanto de manera verbal como escrita.
Guiar a otros sin necesidad de asumir un rol autoritario.
Colaborar bien con otros y persuadirlos de emprender cursos de acción.
Por eso es que la capacitación permanente en la mente del profesional TI debe considerarse como importante alternativa para que se prepare, desarrolle e integre al proceso productivo de la empresa a través de conocimientos, desarrollo de habilidades y actitudes necesarias adicionales a sus destrezas técnicas o hard skills. Siempre para mejorar sus competencias hacia un mejor desempeño con los demás colaboradores de la organización. Porque incluso el más calificado profesional de TI debe reconocer que, en última instancia, sus habilidades y conocimientos no valen de mucho a menos que sepa comunicar a otros y colaborar con los demás para poner sus habilidades técnicas en acción. Ahí es donde realmente las soft skills entran en juego.
Definitivamente vale la pena invertir en desarrollar las soft skills ya que son probablemente tan importantes a largo plazo para conseguir el éxito profesional y personal.